Moderna y cosmopolita, romántica y vanguardista, así es Barcelona. Con mar y montaña, una ciudad perfecta para visitar, eso sí, si solo tienes dos días para vivirla en Spain Emotions te organizamos un viaje perfecto para descubrir la ciudad condal.
Nada mejor para empezar el día que con una buena visita panorámica de la ciudad desde el barrio moderno de l’Eixample de Barcelona, desde la Casa Milà, también conocida como La Pedrera, una joya arquitectónica diseñada por Gaudí que deja con la boca abierta por su originalidad. Muy cerca de La Pedrera encontramos la Casa Lleó Morera, conocida como la “Manzana de la Discordia”, la Casa Amatller y la Casa Batlló, todas edificios modernistas y es que en este tramo del Paseo de Gracia la burguesía vino a demostrar que las fachadas opulentas eran un signo de estatus social. Pero la joya de la corona del genial artista y tal vez el más fotogénico monumento de la capital catalana es por supuesto la Sagrada Familia, capaz de sobrecoger a cualquiera que la admire. Después hay que acercarse al Parque Güell, la otra gran obra modernista de la ciudad, también creada por Gaudí, se trata de un rincón único en el mundo en el que se unen naturaleza y arquitectura, coloridos mosaicos, formas ondulantes… Al final del Paseo de Gracia, entramos en Las Ramblas, el lugar turístico por excelencia, un sitio especial para saborearlo y olerlo, para ello podrás visitar dos mercados que son dos joyas gastronómicas, tanto por sus tiendas como por su ambiente y diseño. El mercado de San José, más conocido como la Boquería, famoso por su colorido y en él puedes buscar la barra del bar Pinocho, con una selección de tapas originales y extraordinarias; y el de Santa Caterina, justo al lado de la Catedral, en el Barrio de la Ribera. Este exhibe un espectacular techo vanguardista, en su interior esconde el moderno y reconocido restaurante Cuines, para comer sin prisas. En cambio, si prefieres comer con menos agobios puedes visitar el Senyor Perellada, un referente con cocina catalana de tradición popular o el Ca L’Isidre ambos darán fe del nivel gastronómico de la ciudad. En las famosas Ramblas también podrás ver el Gran Teatro del Liceo y si la recorres hasta el final llegarás hasta un remanso de paz como es al mar. Después de un merecido descanso y para seguir descubriendo la ciudad lo mejor es ponerse de nuevo en marcha. Por la tarde puedes admirar a la Barcelona medieval y romana. Piérdete por las calles con nombre de antiguos gremios, donde encontrarás tiendas de segunda mano, anticuarios… En pleno Barrio Gótico descubrirás una maravilla a cada paso, como es la Catedral de Barcelona, la Plaza del Rey con su conjunto de edificios medievales, la plaza Sant Jaume con el Ayuntamiento y el Palacio de la Generalitat, y finalmente la Plaza Real, donde contemplarás edificios de estilo neoclásico, la fuente de las Tres Gracias y esas dos farolas de seis brazos también diseñadas por Gaudí. Para terminar la jornada, podrás tomar un aperitivo o una cena diferente en de los barrios más desconocidos para los visitantes, el barrio del Born, donde destaca la bella basílica de Santa María del Mar, conocida también como “La catedral del Mar”. Y es que el Born, se convierte en un lugar bohemio cuando las tiendas de ropa vintage cierran, cambia por completo, tienen un encanto que enamora. Aquí hay varios locales donde se pueden tomar unas buenas tapas, como Tapeo o Elsa y Fred, pero también restaurantes para cenar en toda regla como es La Paradeta para amantes del pescado y marisco o Salero. Podrás alargar la noche en locales como el Miramelindo o El Copetín. A pocos metros está la famosa discoteca Magic Rock, para roqueros incondicionales, que disfrutarán de la noche hasta que el cuerpo aguante. Al día siguiente puedes visitar la parte más “salada” de la ciudad en la playa de la Barceloneta, remodelada justo antes de los Juegos Olímpicos de 1992, situada en una de los barrios más emblemáticos de Barcelona y el glamour de su Puerto Olímpico. Tras un paseo por esta zona, podrás reponer fuerzas saboreando un buen arroz en cualquiera de los restaurantes que bordean las playas, como es Can Majó con un arroz caldoso espectacular, Lluçanes con tradicional Mar y Montaña catalán o 1881 Per Sagardi. Por la tarde una, una opción interesante es subir a Montjuic, la montaña mágica, excelente mirador para contemplar la ciudad en cuya cima se asienta el famoso Castillo. Y para terminar la visita, si decides bajar andando, nada como asistir al espectáculo único de luces, agua, color y música de la Fuente Mágica situada entre la Plaza de España y el Museo de Arte de Cataluña. También puedes aprovechar mientras bajas dirección hacia la Plaza de España, para acercarte a la fundación Joan Miró y su excelente colección de arte contemporáneo, que además ofrece conciertos y actividades infantiles. Y para los que prefieren la noche encontrarán opciones para dar y tomar, como es la mítica Sala Apolo, la Sala Razzmatazz o Sidecar Factory Club. También hay espacio para los que se divierten con obras de teatro, espectáculos de magia, monólogos y musicales como el de la familia Addams, solo tienes que comprar tu entrada. Y si te has quedado con ganas de volver y descubrir el resto de la ciudad, solo tienes que beber de la Fuente de Canaletas (donde el Barça celebra sus triunfos), pues todo aquel que lo hace regresa a la Ciudad Condal (o eso dicen). No lo pienses más, disfruta de nuestros tour privados y descubre Barcelona como nunca imaginaste con Spain Emotions.
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